lunes, 28 de marzo de 2011

Recursos Humanos (Ressources humaines/1999)

                    
Inscripta dentro de la vertiente realista de esa tendencia que se conoce como "nuevo cine social francés", la ópera prima de Laurent Cantet posa su mirada sobre unos cuantos temas candentes de la actualidad mundial: la humillación laboral, la degradación social y la desocupación, esa espada de Damocles que pende sobre cada vez más gente de todas las clases. También se ocupa de las relaciones familiares, aunque en menor medida (o con menor profundidad) de lo que por ahí se ha dicho.

Sólido guión mediante, Recursos humanos (que se alzó con el primer premio del II Festival de Cine Independiente de Buenos Aires) encara estas cuestiones en el ámbito laboral, a partir de una mediana empresa metalúrgica de provincias, en cuyo departamento de Recursos Humanos ingresa Franck, nuestro protagonista, en condición de pasante. Este es un joven que regresa de París listo para aplicar en dicha compañía los conocimientos que mamó en la Universidad. De la que egresó provisto de orgullo y de empuje, pero también -y esto es notable- de una enorme ingenuidad. Que el mundo laboral real, con la brutal explotación del hombre por el hombre que lo caracteriza, se encargará de derrumbar con el avance del metraje.

Jalil Lespert, muy ajustado como Franck, es el único actor profesional del reparto. Todos los otros, incluido su padre, los obreros, los sindicalistas y hasta el gerente de la metalúrgica, fueron abordados por personas que hacen maravillosamente de sí mismas. Cierto es que la delegada está un poquito sobreactuada, pero eso no habría que achacárselo al cineasta como al Partido Comunista Francés.