viernes, 4 de octubre de 2013

La batalla de Argel (La battaglia di Algeri/1965)


La Batalla de Argel
Una sala de torturas es la primera imagen de este fabuloso film histórico político, y ya nos adelanta en los primeros 24 fotogramas lo duro de la historia.  Gillo Pontecorvo, poco prolífico director de cine italiano emparentado estéticamente con el neorrealismo aunque no formo parte de esa corriente estética del cine italiano de posguerra,  nos relata con detalle a veces cercano al documental la lucha del FLN (Frente de Liberación Nacional) para echar a los franceses de Argelia y lograr la independencia.


Coproducción italo-argelina, se convirtió en la primera película de ficción de la recientemente independizada colonia francesa (Argelia logró su independencia en 1962).   El director rehízo cuatro veces el guion en un esfuerzo por lograr un film lo más cercano posible a los hechos reales.   Filmada en blanco y negro y con la participación de los habitantes de la Casbah argelina (barrio árabe de la ciudad de Argel durante la colonia), el director nos introduce por sus callejuelas siguiendo la vida y la lucha de sus habitantes en general y los militantes del FLN en particular contra el poder colonial francés.  Lucha mostrada en toda su crudeza y violencia desde uno y otro lado, pero sin perder de vista que los invasores son los franceses.

Por un lado la historia sigue el derrotero de un militante del FLN (Brahim Hadjadj en el papel de Ali La Pointe) desde su ingreso al frente  hasta que alcanza uno de los lugares más altos de la estructura del frente en la ciudad de Argel, y del lado francés nos introduce a los pormenores de la organización de la represión siguiendo al jefe de las fuerzas represivas (Jean Martin en el papel del coronel Mathieu).  No se queda el film en la simpleza del relato de hechos violentos sino que se adentra en la complejidad de la lucha entre las dos partes y las distintas posiciones al interior del FLN y del Gobierno y Sociedad francesa.


La Casbah Argelina
Sin embargo el relato no tendría la fuerza que tiene sin el tratamiento estético que le da el director, desde el blanco y negro, la filmación en los mismos lugares en que se produjeron los hechos y con habitantes de esos barrios participando de la película, y esos exquisitos primeros planos que muestran el dolor de siglos de opresión sobre las espaldas del pueblo argelino.  La caracterización de esos rostros, la tristeza que muestran, la fuerza que transmiten, tal vez haya sido posible por la muy reciente liberación del pueblo argelino de la opresión colonial.  La música, excelente y totalmente integrada al film acompañando los distintos momentos y también participando de la creación de esos momentos, es del excepcional Ennio Morricone.

Un gran clásico del cine histórico político, un clásico del cine mundial imprescindible.

 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Perro fantasma: el camino del samurai (Ghost dog: the way of the samurai /1999)

Perro fantasma: el camino del samurai
Una solitaria paloma mensajera vuela sobre la ciudad.  Así comienza Perro fantasma: el camino del samurai (1999), película escrita y dirigida por el cineasta independiente estadounidense Jim Jarmusch y protagonizada por Forest Whitaker en el papel de un moderno samurai en las calles de una ciudad estadounidense.  Perro fantasma es un asesino a sueldo de la mafia que sigue los preceptos de los samurais del antiguo Japón, y por esto mismo esta unido indisolublemente a Loui  (John Tormey), un integrante de la mafia que le salvó la vida en su adolescencia. Sin embargo uno de los trabajos no sale bien y la situación se sale de control.

     La ajustada interpretación de Forest Whitaker,  oscar al mejor actor 2006 por su interpretación del dictador ugandés Idi Amin en El último rey de Escocia, hace creíble lo inconcebible: un joven negro de un suburbio negro de los Estado Unidos devenido en samurai.  Como llegó a convertirse no lo sabemos, pero sin dudas sigue todas las reglas y preceptos de un guerrero samurai hasta el final.  Por otra parte Jim Jarmusch coloca los personajes secundarios justos e imprescindibles que completan la historia: un heladero haitiano (Isaac de Bankolé) que se comunica con Perro fantasma sin saber una palabra de inglés, una niña (Camille Winbush) que charla de literatura con él, Loui su salvador y señor hasta el final, un grupo de mafiosos con todos sus cliches y prejuicios y poco más.  Y para darle el broche de oro banda sonora producida por RZA (Robert Fitzgerald Diggs) rapero, productor musical y actor estadounidense que se despacha con ritmos de hip hop, blues y soul sin desentonar ni un poquito con la propuesta cinematográfica.
     
     Es un homenaje del director a la película El silencio de un hombre (Le samourai) de 1967, dirigida por Jean Pierre Melville e interpretada por Alain Delón que marcó un hito en el cine negro.

jueves, 30 de agosto de 2012

El silencio de los inocentes (The silence of the lamb/1991)

El Silencio de los inocentes (The silence of the lambs), la película, esta basada en la segunda novela de Thomas Harris, del mismo nombre, de una serie en la que aparece el personaje de Hannibal Lector, la primera El dragón rojo (Red dragon) fue llevada al cine por Michael Mann en 1986 con el nombre de Manhunter. Conocida con el título que encabeza la nota en Hispanoamérica y como El silencio de los corderos en España, este film de Suspenso/Thriller se llevó en 1991 el Oscar a la Mejor Película, Oscar al mejor director Jonathan Demme, oscar mejor actor protagónico Anthony Hopkins y oscar a la mejor actriz protagónica Jodie Foster.

     El peso fundamental del film esta sobre las espaldas de sus dos excelentes protagonistas, por lo menos en esta cinta, quienes encarnan a dos personalidades, el asesino en serie Hannibal Lecter, psiquiatra el, y la agente del FBI Clarice Starling, psiquiatra ella. Los buenos?(FBI) deben encontrar a un asesino en serie y para ello encargan a la agente Starling encuetros con Lecter quien se encuentra en un Hospital Psiquiatrico de máxima seguridad cumpliendo condena, con la finalidad que el último ayude a desentrañar el perfil psicológico del asesino y así encontrarlo.

     Esa es una historia, muy bien contada y con los momentos de suspense y golpes de efecto y montaje necesarios para convertirla en un excelente Thriller. Pero lo más interesante de la película está en esa otra historia, más original, sutil, de la relación entablada entre un asesino serial y una agente/mujer/psiquiatra y que trasciende el hecho de la colaboración para solucionar esa otra historia. Cada uno trata de introducirse en la mente del otro poniendo en juego su inteligencia y sensibilidad, cada uno con un fin distinto por supuesto, nos introducen en un viaje hacia las personalidades de ambos. Y en este lugar del film es donde uno hasta puede llegar a entablar cierta empatía con el asesino a partir de su estado de encierro, su palpable sensibilidad para captar las cosas bellas del mundo y su respetuosa y justa relación con la agente Starling.

     Este film tuvo dos secuelas y finalmente una precuela que cuenta la infancia y juventud del protagonista Hannibal Lecter, aunque ninguna de ellas alcanzó la notoriedad, y calidad de la primera.

Frase de la película : “Quid pro quo” de H Lecter a C Starling y viceversa.

viernes, 17 de agosto de 2012

Papillon (1973)

PapillonLa larga fila de presidiarios camina hacia el puerto de alguna ciudad francesa, fuertemente custodiados, mientras el público se junta a los costados, algunos para curiosear y otros para saludar a sus seres queridos que marchan a la Guayana Francesa a cumplir su condena en una de las prisiones más sanguinarias y seguras del mundo. Papillon y Loui Dega aún no saben de la amistad que construirán prontamente, pero ya caminan juntos hacia el barco que los llevará a prisión. Papillon es un hombre recio, fuerte y decidido, Dega es un “hombre de negocios”, y aquí no es importante el porque marchan a cumplir condena, eso es lo de menos.

     El film, dirigido por Franklin Schaffner, está basado en la novela autobiográfica de Henri Charriere “Papillon” de 1969, con un guión de Dalton Trumbo. Steve McQueen (Papillon) estará acompañado en esta excelente obra por un increíble Dustin Hoffman (Dega), conformando una de las parejas protagónicas más creíbles y fuertes del cine. Ambos reclusos marchan a una muerte casi segura, un altísimo porcentaje de los reclusos mueren durante su condena por malos tratos o enfermedades en los pantanosos e inhóspitos paisajes de la Guayana Francesa, pero Papillon desde el mismo momento que pisa el barco pone manos a la obra su fuga y para ello se acerca a Loui Dega proponiendole protección a cambio de que le financie la fuga. Estos dos personajes a partir de ese mismo momento irán construyendo una relación de respeto, reciprocidad y camaradería que se fortalecerá en cada situación límite que se presente durante los duros días de prisión.

     Cuando uno habla de Drama Carcelario vienen a la mente films como Alcatraz, protagonizada por Clint Eastwood, Sueños de Libertad protagonizada por Morgan Freeman y Tim Robbins o El Expreso de Medianoche dirigida por Alan Parker y protagonizada por Brad Davis, entre otros. Tal vez lo que haga distinta a Papillon sea la relación entablada entre los dos personajes, el débil Dega y el fuerte y decidido Papillon; y la seguridad del último, en contra de lo que piensa Dega, de que ambos están solos y no deben esperar nada de quienes los acompañaron en sus días de libertad. El protagonista, Papillon, se transforma enseguida en un hombre con el cual nos identificamos y que encarna los valores más importantes en los momentos difíciles: lealtad, decisión. Y más aún, Papillon encarna aquí la fuerza del espíritu humano, su voluntad para no dejarse doblegar, y sus ansias irrefrenables de libertad.

viernes, 30 de marzo de 2012

Copia Certificada (Copie conforme/رونوشت برابر اصل ; Roonevesht barabare asl/2010)

La hermosa Juliette Binoche en todo el esplendor de su madurez interpreta ajustadamente a Elle, francesa ella, madre sola con un hijo adolescente, que no reniega de la posibilidad de enamorarse y volver a estar en pareja. William Shimell encarna James, el frío y escéptico crítico de arte inglés que ya en su madurez reniega del amor y la vida en pareja, aparentemente desencantado por experiencias pasadas.

     Copia certificada o copia fiel es el título del libro sobre crítica de arte que acaba de publicar James, y que Elle pretende de alguna manera entender o estudiar ya que posee un negocio de antigüedades. Se produce el encuentro y de allí en adelante comienza una charla en torno a las copias de obras de arte y la originalidad de otras, puesta en duda por el crítico, y por otro lado introduciendo el punto de vista del observador en la apreciación de la obra. Durante una larga tarde que transcurre entre hermosos paisajes de La Toscana, la conversación ira conectando muy inteligentemente el estudio y comprensión del arte con la comprensión y percepción de las relaciones interpersonales y de de pareja.

     Abbas Kiarostami nos entrega aquí otra de sus obras maestras, y son unas cuantas, haciendo uso de un cine delicioso que no cae en la escenificación de diferentes planos temporales e impactantes giros en la trama para contarnos una historia con la que es fácil identificarse. Una fotografía impecable nos muestra los detalles del paisaje sin ponerlo por encima de la historia, nos introduce en una maravillosa charla entre un hombre y una mujer tratando de entenderse, comprenderse, perdonarse, amarse.  A lo largo de los 106 minutos se despliegan ante nosotros dos formas de ser, dos formas de ver el mundo que, más allá de sus diferencias, se buscan, con recelo por un lado, con insistencia y delicadeza por el otro.

     ¿Es posible la supervivencia del amor luego de muchos años de convivencia? ¿ Cómo interpretan lo que es amor en la vida diaria luego de años de vida cotidiana cada uno de los conyugues? ¿Las equivocaciones y los errores que entraña toda relación de pareja también nos habla de la necesidad del perdón, como condición imprescindible para que perdure?

     Allí van caminando por los hermosos paisajes de Italia el frío James y la bella Elle tratando de continuar juntos por la vida, ambos lo quieren, ¿pero podrán hacerlo?

martes, 20 de marzo de 2012

Un Amor Dos Destinos (An Unfinished Life/2005)

Esta es una película donde el silencio es tan importante como la palabra, sino más. Y comienzo aclarando esto del film estrenado en 2005 y dirigido por Lasse Hallström, director sueco establecido en Estados Unidos, porque es una de esas raras producciones de la industria hollywoodense que no cae en la parafernalia de los efectos, repartos corales, historias efectistas y ritmo vertiginoso. Es la historia de un reencuentro no buscado entre el abuelo resentido Einar (Robert Redford) con su nieta (Becca Gardner) no conocida y la madre (Jennifer López) de esta, a partir del cual se pondrán en marcha una serie de situaciones que tienen que ver con lo más íntimo y profundo de los sentimientos del ser humano: la perdida de un ser querido y la sanación que debe haber, o no, de tal herida en el alma. El motivo de la separación fue la muerte del hijo de Einar, poco antes del nacimiento de su nieta, hecho que no pudo superar y por el cual culpa a su nuera.

     Los pocos personajes, no más de cuatro o cinco principales, suman a la economía de palabras una economía de actores que entonces permite al director, guionistas y por ende a los espectadores adentrarse en las personalidades de los protagonistas y sentir sus contradicciones, sentimientos. Y en este punto no es una novedad que Robert Redford y Morgan Freeman se llevan los laureles en la construcción de dos personajes que podría decirse “el uno para el otro”.  Jennifer López, encarnando a Jean madre sola y sufrida, nos sorprende con una interpretación mesurada y ajustada lejos de sus personajes de comedias románticas y más cerca de interpretar personajes con carácter y complejidad dramática. Por otra parte sorprende gratamente la actuación de Becca Gardner en el papel de la nieta del agrio y duro Einar.

     Un renglón aparte merece el personaje Mitch Bradley, viejo vaquero encarnado por Morgan Freeman con gran solvencia, quién funcionaría como una especie de “alter ego” del Einar muy bien construido y actuado por Robert Redford. Mitch es la voz que Einar se niega a escuchar, pero que vuelve una y otra vez a decirle que debe reconstruir su vida, que todavía quedan cosas por las cuales luchar y vivir. 

martes, 25 de octubre de 2011

El Noveno Dia (Der neunte Tag/2004)

El director alemán Volker Schlöndorff toma aquí un dramático episodio de la Segunda Guerra Mundial que no registra antecedentes, en materia cinematográfica: sacerdotes prisioneros en campos de concentración por oponerse al régimen nazi o simplemente por pertenecer a países conquistados por el fanático de Hitler. Basado libremente en el diario que Jean Bernard escribió en prisión, El noveno día narra el conflicto moral al que es puesto a prueba Henri Kremer (Ulrich Matthes), abad luxemburgués de buena familia, quien se encuentra privado de su libertad en Dachau junto a otros religiosos en una barraca exclusiva para ellos. Los castigos corporales y las humillaciones que allí sufrieron fueron ruines, viles e impiadosos y sólo su fe en Dios les permitió a algunos sobrevivir un tiempo en esa deleznable cárcel ideológica. En ese contexto de horror no faltaban desde ejecuciones sumarias, torturas psicológicas y hasta incalificables crucifixiones. Kremer padece este calvario con mucho miedo pero eso es sólo el preámbulo para un problema aún mayor.

En Dachau se presenta un oficial de la Gestapo con la orden de darle un permiso especial por nueve días para que el sacerdote pueda asistir al funeral de su recién fallecida madre. Kremer sale del campo de concentración con el peso de saber que en sólo unas horas su retorno al mismo es inevitable. No obstante, muy pronto se sabe de los verdaderos planes de los nazis que pretenden convencer por la fuerza a Kremer para que interceda ante el obispo de Luxemburgo y que éste lleve su palabra al Papa Pío XII para llegar a un acuerdo entre la Iglesia y las autoridades alemanas y que aquella le dé el visto bueno públicamente al régimen liderado por el Fuhrer. Caso contrario, le jura el oficial de los SS Gebhard (August Diehl), hará asesinar a su hermana, cuñado y demás familiares y, como si no le alcanzara al muy sádico, a todos sus infortunados compañeros de Dachau.

Schlöndorff ha construido con sobriedad el minucioso Vía Crucis de este hombre escindido por la responsabilidad que le toca en suerte en medio de la cruenta contienda. Kremer duda y por momentos sus ojos alucinados nos dejan entrever el abismo negro al que se enfrenta sin saber muy bien cómo hacerlo. Ulrich Matthes cumple en ese rol una de las más destacadas actuaciones de la historia del séptimo arte. Cuesta creer que este clérigo compasivo ha sido compuesto por el mismo actor que le dio vida al desequilibrado Joseph Goebbels en La caída. Además del aspecto físico indispensable (para el cual debió perder bastante peso), hay una descomunal labor interior de Matthes en la que su tortuoso personaje convence con creces. También se destaca August Diehl como el Némesis de Kremer alternando estallidos violentos con momentos de calculada suavidad (aunque siempre severa).