viernes, 17 de agosto de 2012

Papillon (1973)

PapillonLa larga fila de presidiarios camina hacia el puerto de alguna ciudad francesa, fuertemente custodiados, mientras el público se junta a los costados, algunos para curiosear y otros para saludar a sus seres queridos que marchan a la Guayana Francesa a cumplir su condena en una de las prisiones más sanguinarias y seguras del mundo. Papillon y Loui Dega aún no saben de la amistad que construirán prontamente, pero ya caminan juntos hacia el barco que los llevará a prisión. Papillon es un hombre recio, fuerte y decidido, Dega es un “hombre de negocios”, y aquí no es importante el porque marchan a cumplir condena, eso es lo de menos.

     El film, dirigido por Franklin Schaffner, está basado en la novela autobiográfica de Henri Charriere “Papillon” de 1969, con un guión de Dalton Trumbo. Steve McQueen (Papillon) estará acompañado en esta excelente obra por un increíble Dustin Hoffman (Dega), conformando una de las parejas protagónicas más creíbles y fuertes del cine. Ambos reclusos marchan a una muerte casi segura, un altísimo porcentaje de los reclusos mueren durante su condena por malos tratos o enfermedades en los pantanosos e inhóspitos paisajes de la Guayana Francesa, pero Papillon desde el mismo momento que pisa el barco pone manos a la obra su fuga y para ello se acerca a Loui Dega proponiendole protección a cambio de que le financie la fuga. Estos dos personajes a partir de ese mismo momento irán construyendo una relación de respeto, reciprocidad y camaradería que se fortalecerá en cada situación límite que se presente durante los duros días de prisión.

     Cuando uno habla de Drama Carcelario vienen a la mente films como Alcatraz, protagonizada por Clint Eastwood, Sueños de Libertad protagonizada por Morgan Freeman y Tim Robbins o El Expreso de Medianoche dirigida por Alan Parker y protagonizada por Brad Davis, entre otros. Tal vez lo que haga distinta a Papillon sea la relación entablada entre los dos personajes, el débil Dega y el fuerte y decidido Papillon; y la seguridad del último, en contra de lo que piensa Dega, de que ambos están solos y no deben esperar nada de quienes los acompañaron en sus días de libertad. El protagonista, Papillon, se transforma enseguida en un hombre con el cual nos identificamos y que encarna los valores más importantes en los momentos difíciles: lealtad, decisión. Y más aún, Papillon encarna aquí la fuerza del espíritu humano, su voluntad para no dejarse doblegar, y sus ansias irrefrenables de libertad.

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